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La vida de Anselmo Lorenzo en cómic [04] (1962)

Viernes 7 de abril de 2023

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Lorenzo, bajo esta tormenta oratoria, guarda silencio. Pero una vez pasada, muy suavemente, con su proverbial obstinación, dice a Marx las mismas palabras que Lafargue, cuatro meses más tarde, iba a oír de Pi y Margall: Fracasaréis. Las masas obreras están cansadas de luchas políticas. No quieren ningún partido. Ni siquiera el mío. Y, efectivamente, hasta 1888, es decir, 17 años, no se crearon en España el Partido Socialista y la UGT, estableciéndose así la escisión de la clase obrera española.
Lorenzo regresó a España, entristecido por la inutilidad de su planteamiento y previendo la lucha fratricida que se avecinaba. Marx, de hecho, sigue la línea que él mismo ha trazado. Cree que tiene razón. Tres meses más tarde, Paul Lafargue, yerno de Marx, llega a Madrid con la misión de visitar a los miembros del Consejo Federal y buscar, entre ellos, al hombre que sería depositario de los proyectos del ya famoso político alemán.

Karl Marx le da un nombre y una dirección: el nombre y la dirección de Lorenzo. También le dice: Es joven, ambicioso e inteligente. Lafargue visita a Lorenzo. Cuando Lorenzo conoce el motivo de su visita, no sólo se niega a ser el director de unos planes que no aprueba, sino que los critica duramente. Lafargue admira la integridad moral e ideológica de Lorenzo; mantienen muy buenas relaciones sin abandonar el proyecto de su suegro. Y encuentra lo que busca.
Lorenzo, fiel a su rectitud y nobleza, introduce a Lafargue en los círculos obreros, presentándole a todos los que más tarde serán sus adversarios políticos y fundadores del Partido Socialista Obrero Español y de la Unión General de Trabajadores: Mora. Mesa, Pauly e Iglesias. Este último, un joven tipógrafo de barba rubia y rostro pálido como el de Cristo, sería el hombre que Marx y Lafargue llevaban tiempo buscando.

Lafargue llegó a Madrid desorientado, con Lorenzo y algunos federales que había conocido en su accidentado viaje por España como únicas relaciones. Había entrado en el país por las montañas de Huesca, huyendo de la represión de la Comuna. Sin Lorenzo, la misión de Lafargue de diciembre de 1871 a julio de 1872 -cuando abandonó la Península- no habría sido tan provechosa para Marx.
Pero entre los dos hombres nació una profunda amistad. Quizás la pasión silenciosa y reprimida de Lorenzo por Laura Marx, la esposa de Lafargue, ayudó a desarrollarla. El hecho es que Lafargue y Lorenzo trabajaron juntos y redactaron la Moción sobre la Propiedad que se presentó al Congreso de Zaragoza en 1872. Laura Marx fue siempre una valiosa ayudante de su padre y marido.

 

Este cómic fue extraído de Espoir, el periódico de la CNT-AIT de Toulouse en 1962. Ha sido reeditado en forma de cuadernillo publicado en 2006 por Perspective libertaire CNT-AIT, y próximamente está prevista una nueva edición enriquecida.